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Historia de Nuestra Escuela Jaime A. Collazo Del Río

Visión

A través de un currículo innovador, que enfatice la tecnología, las bellas artes y que integre los componentes de la comunidad escolar, los estudiantes se realizarán como personas responsables, felices y líderes del futuro de Puerto Rico.


Misión

Fortalecer el sentido de responsabilidad de los estudiantes para que sean ciudadanos y líderes de bien para nuestra sociedad.


Historia del Plan Morovis y Escuela Superior Jaime A. Collazo Del Río

Allá para el 1947, el Departamento de Instrucción Pública se planteaba el interrogante de como satisfacer el derecho natural de miles de estudiantes de poblaciones pequeñas a recibir instrucción. Dada a la precaria situación económica por la cual atravesaba esta agencia gubernamental, resultaba un tanto arriesgado el establecer nuevos centros de enseñanza de tipo tradicional. Ante la magnitud del problema, el Departamento busca la forma más viable para mejorar esa situación. Se buscaban situaciones intermedias no definitivas, ante una situación apremiante.

Este reclamo dio como origen el llamado Plan de Morovis. El moroveño de hace veinticinco años, ávido de horizontes amplios que le exige la vida, acepta el reto. Fueron esos moroveños movidos por fenómenos adversos los que originalmente se dieron a la tarea de solicitar del Departamento el que se dotará a Morovis de una escuela superior tradicional. Al tener que aceptar en forma realista la imposibilidad de que este reclamo fuera atendido, aceptaron ellos con cierto recelo el que se implantara en Morovis el nuevo plan. entre los moroveños que abrieron brechas para conseguir que se ampliaran los horizontes educativos para la juventud nuestra recordamos entre otros: Don Marcelino Collazo, Don José (Cheo) Torres, Don Pepe Maldonado, Don Rómulo Corrada, Don Ramón Parés y Don Víctor Figueroa.

La situación geográfica de nuestro pueblo y la madurez intelectual de la mayoría de los estudiantes de aquel entonces, fueron los factores determinantes para seleccionar a Morovis al nuevo intento pedagógico.

Para el 1949 visitaba nuestro pueblo el Sr. Francisco Collazo, Comisionado interino del Departamento de Instrucción. La acompañan en su gestión eminentes educadores como el Sr. Pedro Gill, Director de la División de Veteranos; el Sr. José Leavitt, Director de Negociado de Estudios Libres y el Sr. Antonio Andino, Jefe del Negociado de Asuntos Municipales. Ante una concurrencia de más de de 200 personas, reunidas en la escuela José Fontán, Sr. Collazo esbozan el contenido y las connotaciones del nuevo esfuerzo, producto de su estudio de la problemática educativa de ese momento. Esta innovación satisface, en un principio, el afán de mejoramiento de muchos moroveños, que por falta de medios económicos no habían podido proseguir estudios superiores. El Sr. José Vázquez Berrios, Superintendente de Escuelas local para 1948 y el Sr. Carlos Alverio Pimentel, Principal de las Escuelas Urbanas aceptaron el reto y la responsabilidad de convertir en realidad y en nervio vivo las ideas esbozadas. El entusiasmo se convirtió en un motor generador de actividad. Dos semanas más tarde, en agosto de 1948, se iniciaba formalmente en nuestro pueblo lo que en la historia educativa de Puerto Rico se conoce como Plan Morovis. La matricula inicial estaba compuesta de 40 moroveños.

El sentimiento de renovación que late en cada ser humano hizo que aquellos pioneros decidieran aceptar sus estudios bajo condiciones que implicaban enormes sacrificios. Los cuales tenían que aceptar las siguientes condiciones:

  • Los estudiantes comprarían los textos.
  • Los estudiantes serian preparados por el Negociado de Estados Unidos.
  • Se ofrecerían tres exámenes por año. El Sr. Ángel H. Ruíz se encargaría de administrar y supervisar las pruebas.
  • Los estudiantes pagarían 73 centavos por cada curso a tomar.
  • Solamente habría dos maestros. Uno atendería las disciplinas de idiomas y el otro daría atención a los cursos de Ciencia y Matemáticas.
  • Los grupos, en cada asignatura, se reunirían por lo menos, una vez cada dos semanas con sus respectivos maestros. 

          Básicamente este sistema funcionaba de la siguiente forma; Era un sistema de estudios en que el estudiante recibía ayuda y orientación de parte de un maestro a cargo de la enseñanza de idiomas y ciencias sociales y de otro a cargo de ciencias naturales y matemáticas. La orientación, tanto desde el punto de vista individual como grupal, se fundamentaba principalmente en la técnica de estudio libre. Los estudiantes se reunían en un salón equipado con mesas y sillas, una pequeña biblioteca, una pizarra y un laboratorio mínimo, concurriendo a este local con arreglo a un horario flexible, acomodado a sus necesidades y a los propósitos del Plan. Los grupos en cada asignatura se reunían por lo menos una vez cada dos semanas bajo la dirección del maestro correspondiente para planear el estudio y otras actividades colaterales. A estos periodos de asignación seguían otros en los cuales el estudiante consultaba al maestro y recibía ayuda. estas consultas podían ser individuales y grupales. Como se puede ver era algo totalmente distinto a los que tenemos ahora.

A los ocho meses de establecido, en marzo de 1949, el Plan Morovis era sometido a evaluación directa para determinar su efectividad y futuras proyecciones. El nuevo Plan de enseñanza fue recomendado para ser implantado en otros pueblos que se confrontaban con una problemática educativa similar a la nuestra. Comienza el éxodo hacia Morovis de estudiantes que habían comenzado estudios en escuelas tradicionales en pueblos cercanos. Algunos de estos llegaron a formar parte de la primera clase graduanda. Los maestros iniciadores en ese primer ano lo fueron: la Sra. Josefa Otero, estuvo a cargo de las disciplinas ingles y español, el Sr. Ricardo Quintero, atendía las disciplinas de ciencias y matemáticas y el Sr. Julio Charneco, atendía la pequeña biblioteca, realizaba trabajo administrativo y clerical. Terminaron finalmente 33 estudiantes, 7 se transfirieron a otros distritos escolares por razones personales,. Como detalle del trabajo realizado durante ese primer año, tenemos que fueron otorgados, a base de 102 créditos, las siguientes calificaciones:

14 promedio: A         22 promedio: B         36 promedio: C        25 promedio: D       5 promedio: F

Junto a ese grupo abrió brechas el Sr. Carlos Alverío Pimentel, Principal de escuelas urbanas de aquel entonces y el Sr. José Vázquez Berríos, Superintendente de Escuelas. Para agosto del 1949, el segundo año de vida del Plan comenzó bajo augurios aún más esperanzadores. La matrícula sobrepaso los 65 estudiantes. hubo necesidad de aumentar el número original de maestros a tres. Habíamos crecido mucho y era necesario un nuevo local mejor equipado, más amplio y mejor integrado físicamente al sistema escolar local. El primer salón de la planta baja del edificio principal que ocupaba la escuela superior vino a ser la nueva sede. La Biblioteca, que había comenzado con 50 volúmenes tenía 1,083 para el 1950. Su uso era indispensable para completar el uso de la tarea. Esta era una serie de libros preparados especialmente para satisfacer las necesidades del Plan. Estaban organizados tomando en cuenta que el estudiante tenía un período de consulta para recibir ayuda individual y grupal de los maestros. Además de las llamadas tareas y los libros de la biblioteca, se podía contar con la lectura del periódico El Mundo y las revistas Puerto Rico Ilustrado, Asomante y Alma Latina. Un balconcito dividía la biblioteca del resto del salón de clases. La técnica docente, que consistía de tres pasos: asignación, estudio y consulta, se hacía más llevadera al mejorar la planta física y las facilidades de estudio.


Como reflejo del éxito del Plan, este se extendió a Maricao, Rincón, Hormigueros y Quebradillas. El nombre Plan Morovis se seguía utilizando para denominar esta innovación en cada pueblo donde era establecida. El éxito del 1950 no parece detenerse. Enmarcados en un alista de honor rendimos tributo de cariño a: Fidela Arce, Carmen Loreina Santos, Enrique Pantoja, Alberto Negrón, Carmen E. Díaz, Monserrate Torres. Fueron estos realmente los primeros graduados que reciben su diploma bajo el sistema del Plan Morovis. Debido a que esta clase graduanda era tan pequeña, se decidió no celebrar una graduación formal. En cambio se le obsequió con un viaje a Luquillo como premio a su triunfo. Seguramente fue este el primer Class Day en la historia de la Escuela Superior de Morovis. Para el año 1950-51 contábamos con una matrícula de 202 alumnos. 


La prensa de Estados unidos también pregonaba el éxito del Plan Morovis. El periodista Eugene Wright nos cita para el 1950 como "un esfuerzo audaz y satisfactorio en la instrucción pública". Lo que comenzó como un simple ensayo se extendió a seis poblaciones incluyendo a Naranjito y Toa Alta. Tiene para el 1950 una matricula global de 840 alumnos. Esa simple cifra adquiere significación si consideramos que para ese año había cerca de 270,000 niños que no iban a la escuela. 


Para el año escolar 1950-1951 la primera clase graduanda, producto casi total del Plan Morovis, celebra su graduación. La primera graduación formal de la Escuela Superior de Morovis, se efectuó el miércoles 30 de mayo de 1951. La misma dio comienzo a la 1:30 de la tarde y como era la costumbre hasta hace muy poco, tuvo lugar en el salón de actos de la escuela José Fontán. 


Veinticinco alumnos obtuvieron su diploma de esta colación de grados, la mayoría de ellos producto total de los servicios que ofrecía el Plan Morovis. Siendo esta la primera graduación de este nuevo método de enseñanza, estimamos que sería de interés para todos el conocer los nombres de las personas que obtuvieron sus diplomas esa tarde de mayo de 1951. Esas personas fueron las siguientes:


William Albino, Olga Ayala, Genoveva Batista, Luz María Colón, Carlota Collazo, Carmen Fuentes, Angel R. García, Avinia Rodríguez, Ida M. Ocasio, José M. Otero, María Esther Olivo, Minerva Parés, Juanita Pérez, Milton Purcell, Gaspar González, Carmen Rita Guzmán, Serafín Negrón, Antonio Torres, Juan F. Nazario, Adelaida Soler, Iraida Motta, Ilia Silva, Emma Rivera, Nydia Román.


La que podríamos considerar como la primera directiva de todas las clases graduandas que han obtenido sus diplomas en esta Alma Mater estaba constituida de la siguiente forma:


Presidenta: Iraida Motta

Vicepresidenta: Olga Ayala
Tesorero: Serafín Negrón
Secretaria: Emma Rivera
Vocales: William Albino, Nydia E. Colón y Luz M. Colón

Entre los colaboradores con que contaba esta clase graduanda se encontraban los tres profesores que habían trabajado durante este año de 1950-51 eran los siguientes: Aurea L. Jiménez, quién estaba a cargo de la enseñanza del inglés y el español; Melba Reyes, quién atendía las disciplinas de ciencias y matemáticas y Julio Charneco, profesor que trabajaba en el área de problemas sociales y económicos. Otros colaboradores lo fueron: Josefa Del Río, quién se desempeñaba como consejera de la Escuela Secundaria y el Sr. Earle F. Jenkins, Supervisor Local de inglés para ese entonces.


El Plan Morovis graduó seis estudiantes en su segundo año, veinticinco se graduaron en la segunda colación de grados. La relación de graduandos fue aumentando año tras año hasta que tenemos en mayo de 1973, reciben sus diplomas 215 estudiantes. Obviamente el incremento en matrícula representó un factor determinante de cambios en el Plan Morovis. Una situación similar ocurrió con la facultad. El sistema originalmente conllevaba dos maestros, luego tres. Hoy día hay una facultad mucho más grande, que para el año 1972-73 se componía de 30 maestros sin contar otro personal. Manifestación ésta también de que los tiempos han cambiado.


Más tarde, el Sr. Alverio comienza a desempeñarse como Superintendente Auxiliar, mientras que la Superintendencia era ocupada por el Sr. Juan. A. Otero. El compueblano Miguel A. Miranda adviene a la posición que ocupaba el Sr. Alverio y como consecuencia lógica de esto, pasa a ser director del Plan Morovis.


Llega el 1956. En este año hace su aparición en el Plan Morovis la señorita Blanca Gutiérrez Del Río. Se integraba así al quehacer educativo local luego de haberse hecho de vasta experiencia en los Estados unidos como profesora en el Trinity College de Washington y como profesora asociada de la Universidad de George Washington en la misma ciudad. Al integrarse al Plan Morovis, la Srta. Gutiérrez lo hizo en calidad de codirectora con el Sr. Miguel Miranda. Poco tiempo más tarde que a ella como directora en propiedad del Plan, mientras el Sr. Miranda retiene la dirección de la Escuela Intermedia Urbana que había estado desempeñando con la dirección del Plan Morovis. Ocurre esto para el año escolar 1958-59. Es bajo la dirección de la Srta. Gutiérrez que realmente ocurre la transformación del Plan Morovis en una escuela Superior Clásica.


Las matrículas, como se había dicho, habían estado aumentando invariablemente. ya el sistema aquel, donde grupos pequeños estudiaban en sus casas y luego venía  una o dos veces en semana a aclarar dudas con el maestro, no era práctico. Se consideró necesario el que los estudiantes recibieran una ración educativa completa con horas fijas diariamente para cada asignatura ofrecida: fue así, que de primera intención, se empezaron a ofrecer las asignaturas alternadamente: lunes, miércoles y viernes para unas, martes y jueves para otras.En adición a esto ya el Departamento de Instrucción no se confrontaba con una situación presupuestaria tan difícil y por consiguiente le fue prestado al pueblo de Morovis la ayuda necesaria para que estableciera una escuela superior como las establecidas en los demás pueblos.


Y es de esa forma que sin darnos cuenta de ello, el Plan Morovis se convierte en lo que hoy día es: la Escuela Superior de Morovis. Ahora las estudiantes podían tomar las mismas clases diariamente en un horario fijo y en adición a las asignaturas académicas normales, se fueron añadiendo con el correr del tiempo otros ofrecimientos: la Educación Física, la Economía Doméstica, los Cursos Comerciales, el Curso de Salud, el de Gobierno Civil, el de Distribución y Mercadeo. Al retirarse la Srta. Gutiérrez de su posición como Directora en diciembre de 1971, la sustituye el Sr. Jorge L. Marrero Padilla. Lo que comenzó en un saloncillo, se ha transformado en un complejo educativo. Actualmente contamos con una escuela superior inaugurada en el año 1976 y lleva el nombre de Jaime A. Collazo Del Río, un gran maestro de inglés. La clase graduanda de 1976 fue la primera clase en celebrar sus actos de graduación en las facilidades de la cancha. Los primeros estudiantes en graduarse oficialmente de estas facilidades fueron los de la clase graduanda del 1977 con una matrícula de 270 estudiantes. Desde los inicios de la escuela superior en nuestro pueblo, bajo el Plan Morovis, hasta el día de hoy se han certificado un total de 12,518 estudiantes graduados.  


La Escuela Jaime A. Collazo Del Río, está ubicada en la carr. 159 km.0 H.7. salida hacia Corozal, Morovis, Puerto Rico. Atiende a estudiantes de Nivel Superior (9no-12mo grado) de los barrios de Montellanos, Cuchillas, San Lorenzo entre otros. Cuenta con 1 directora, 52 profesores, 1 bibliotecaria, 872 estudiantes, 1 consejera, 2 trabajadoras sociales, 1 auxiliar administrativo, 1 oficinista mecanógrafa, 1 oficinista, 3 empleados de custodia, 2 empleados de custodia (4 horas), 7 empleados de alimentos y 1 guardia escolar. Teléfono: (787) 862-2300/ Biblioteca (787) 862-2825.

Las facilidades constan hoy en día de: Un Edificio de Humanidades de Tres Plantas: Oficinas Administrativas, biblioteca Escolar, 13 salones, 1 almacén y dos baños. Un edificio de Ciencias de tres plantas: 7 salones y un baño. Un edificio Anexo; 8 salones de clases y 2 salones de almacén. Un edificio de una planta para el salón comedor. Este edificio, que es muy amplio, se utiliza como salón de usos múltiples. 2 canchas de baloncesto: una con techo y la otra al aire libre y 1 salón de música.

La escuela tiene cinco áreas de estacionamiento disponibles y una carretera que le da vuelta a todo el complejo. Los edificios estarán conectados unos a otros por un pasillo cubierto y tiene una plazoleta central.


Recordemos moroveños, que con la construcción de la nueva escuela se hizo carne de realidad la sentencia de John D. Rockefeller, hijo: "Cada derecho implica una responsabilidad; cada posesión un deber. El derecho y la responsabilidad, trabajando al unísono nos harán dueños del futuro".   


Adjunto: Imágenes del Plan Morovis del Distrito Escolar (Historial del Plan)







Creación de la Escuela Superior Morovis




Fotos Primer Salón del Plan Morovis: Año 1948-1949






Discusiones del Plan Morovis en el Pueblo de Rincón



Fotos de los primeros estudiantes del Plan Morovis




Estudiante Elogia el Plan Morovis 



Grupo de estudiantes que visitan el Periódico: El Mundo



Escogieron a Morovis como la Sede del Plan por la Madurez en los estudiantes




Historia del Escudo

Otro objetivo perseguido durante la celebración del Aniversario de Plata de la escuela fue el crear un escudo para que así también esta escuela, como muchas otras en Puerto Rico, contara con uno que sirviera como elemento unificador de todos los alumnos, ex-alumnos, facultad y la comunidad completa.

Se convocó al publico a someter sus ideas. Solamente una persona presentó una idea para el escudo. Fue para el 1976 que la escuela vino a tener su escudo. Su creación estuvo a cargo del ex- alumno José Rafael Cruz Pagán, perteneciente a la clase del 1975.


Símbolos Representativos del Escudo   

Libro: Representa el conocimiento de las diferentes materia que enseñan.

Antorcha: Representa la Luz, el deseo de ampliar los conocimientos.

Estudiantes: Representan el futuro de nuestro pueblo.

Las palabras: AMOR - significa el compromiso contraído por el estudiante para proteger su escuela y mantener unas relaciones cordiales con sus compañeros.

                      ESTUDIO: Significa la responsabilidad que todo estudiante debe tener por enriquecer sus conocimientos.

                      VERDAD: Significa el compromiso que todo estudiante debe tener como no de sus valores primordiales.

Los colores verde y amarillo: Representan los colores utilizados para pintar la escuela de antaño. 


Historia del Himno

Para el 1974 se expidió una convocatoria para que ex-alumnos y público en general sometieran la letra para el Himno al igual que otras muchas escuelas en la isla lo habían hecho. Solamente dos personas sometieron la letra para el Himno. Se procedió entonces a escoger una de las letras sometidas: la que había escrito el ex-alumno el Sr. Roberto Ramos Meléndez, perteneciente a la clase del 1964 y quién actualmente mantiene una oficina privada de Psicología en nuestro pueblo. Faltaba entonces conseguir una melodía para el Himno. 

En 1976, el ex-alumno el Sr. Miguel A. Maldonado Cruz, perteneciente a la clase del 1962 y el ex-maestro del Sistema de Educación en Morovis le da la música al Himno. 


Himno de Nuestra Escuela

Letra: Dr. Roberto Ramos Meléndez
Música: Prof. Miguel A. Maldonado Cruz


¡Adelante Estudiante!
Es la hora de luchar 
Con valor, fe y entusiasmo
El mundo hay que conquistar.

Nuestra escuela nos da vida
A ella tenemos que honrar 
Es el símbolo de un pueblo 
Llena con gran dignidad.

Nuestra escuela Superior
A Morovis Gloria da,
Por que somos el ejemplo
Que la habremos de forjar
En la historia de la Patria
Una enseñanza de eternidad.






























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